La inmobiliaria de alto standing Max Ricart acaba de abrir las puertas de su segunda boutique inmobiliaria en Barcelona. En este caso, en plena Eixample (Roger de Lluria, 102; frente al Colegio de Abogados).
Al igual que su espacio de la Zona Alta de la ciudad (Ferran Agulló, 2), el interiorismo y decoración de esta nueva boutique es toda una declaración de intenciones en lo que al mimo y trato al cliente se refiere. El objetivo de la nueva tienda de Max Ricartes consolidarse en el barrio del Eixample como inmobiliaria de alto standing, como ya ha hecho en la zona alta de la ciudad, tanto para la compra como para el alquiler de inmuebles únicos y especiales.
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Como explican sus fundadores, Sebastián Ricart y Carolina Cendra, “nuestro trato personalizado no es un tópico o un simple reclamo. Es una realidad tangible y que desde el principio teníamos claro que debía formar parte de la filosofía de la empresa. Porque a diferencia de otras inmobiliarias, nosotros solo trabajamos única y exclusivamente con inmuebles de alto standing. Siempre hemos apostado por la calidad por delante de la cantidad, y eso nos ha permitido ser la referencia en el área del Turó Park y toda la zona alta de Barcelona, contando también con viviendas muy exclusivas en la zona del Maresme”.
Y es que todas las operaciones y acciones de Max Ricart se caracterizan por ser un traje a medida, con un seguimiento y relación constante con los clientes. A ello hay que añadir el equipo de profesionales que también forman parte de Max Ricart. Unos equipo que, como señala Ricart, “no solo nos han permitido crecer y mejorar como empresa, sino que han entendido a la perfección nuestros valores diferenciales. Sin su trabajo, no hubiera sido posible alcanzar las actuales cuotas de éxito y satisfacción.”