El Eixample, o Ensanche, es el nombre que se le dio a este barrio por su estatus como extensión de lo que era el casco antiguo de Barcelona. Se extiende de la Plaza Cataluña hasta la Diagonal y a ambos lados del Paseo de Gracia. El Eixample está formado por cuadrados, al estilo de la Gran Manzana, por lo que es muy fácil ubicarse y moverse por sus calles. Es conocido por sus joyas arquitectónicas modernistas (La Pedrera, la Casa Batlló o la Casa de Lleó i Morera), sus exclusivas tiendas de moda internacionales, sus galerías de Arte, su infinidad de magníficos restaurantes y por ser una de las zonas residenciales de mayor prestigio de la ciudad. En este barrio tan céntrico se puede disfrutar comprando, paseando o realizando actividades culturales pero, al contrario que muchas grandes ciudades del mundo, también se pueden encontrar espacios de silencio y tranquilidad gracias a algunas de sus calles semipeatonales, a pequeños pasajes donde se pueden llegar a encontrar hileras de casas estilo inglés, o a los enormes patios que existen en el interior de cada bloque, algunos de ellos convertidos en preciosos espacios públicos que son un verdadero oasis. Es un barrio lleno de vida tanto diurna como nocturna, sin dejar de ser increíblemente seguro y residencial. El transporte es de los más completos de toda Barcelona, con infinidad de autobuses, ferrocarriles y metro. Además está conectado a las rondas y las autopistas por medio de la Diagonal y las calles Aragón y Mallorca, por lo que el aeropuerto está también a una corta distancia.